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ACERCA DE UN ENCUENTRO CASUAL CON COMPAÑERO DEL CMLP

POCHO: A propósito de nuestro casual y peculiar encuentro el día de hoy. Las ocurrencias que narras no son ni irónicas ni preocupantes..quizás sí un tanto graciosas - y de reflexión-  mi querido hermano.

Que yo sepa, solamente en la mitología literaria del Dorian Gray de Oscar Wilde, los maltratados y achacados  humanos  que, sin pactar con el diablo, alguna vez tenemos que concurrir a las infernales cuevas de la RENIEC, debemos mostrar nuestra cara tal y como la tenemos después de cincuenta años de bloqueos, en el constante deseo de vernos mas seguido.

Sí, efectivamente mi estimado Pocho: yo no te reconocí cuando nos cruzamos y tu amablemente te acercaste a mi. Pero, ni tanto así. Intuí algo con sabor Leonciopradino, pero confieso que no tuve el valor de decirte, oye: ¿quien eres?, para después agregar: pucha, ¡como has cambiado! . Traducción: ¡que viejo estás que ya ni te reconozco!

Y yo, Pochito, no puedo ser sujeto pasible de tan mala educación. Sobre todo después de haber convivido tres años felices contigo y  haberte visto calato, luego de que tu reconociste, porsupuesto, mi tremenda "cabeza"

Esos años y su conjunto de vivencias jamás se olvidarán . Y no te preocupes si las caras cambian. De vez en cuando yo suelo observar una foto del Album del Colegio y después de mirarme en el espejo debo constatar -dicho sea sin pesimismo alguno- "como se pasa la vida, como se viene la muerte...tan callando" ( Manrique)

Lo que si me despierta una tremenda envidia querido Pocho es tu capacidad de identificación.No creo haber hecho algún pacto con el diablo para estar igual o parecido; yo también he vivido los mismos años. Claro que en mi caso cualquier cosa chata, cabezona y canosa podría ser yo. Pero aún así es envidiable esa tu capacidad, porque el reconocimiento no solo se da por factores físicos. Hay otros, más profundos y frondosos,casi invisibles, que te pueden también caracterizar. Y esa cualidad solo se da en las personas especiales que saben¨"vivir" los momentos con suma intensidad.La suficiente como para recordar.

En cuanto a la Lora Ralph, no me sorprende que no te haya reconocido. Él anda ahora muy distraido contando el "billete".

Recibe un fuerte abrazo.

    Marco H. Paredes