El Papa Francisco, con su novedoso desenfado e inteligencia, ha dicho: "EL INFIERNO NO EXISTE" .... y con respeto humilde añadiría : y el cielo tampoco!
Todo es una elucubración falaz de sectas que aprovechándose de la histórica y persistente ignorancia de las masas humanas, juegan con sus temores y anhelos de felicidad, percatándose que estas son las supremas constantes de su existencia .
Cielo e infierno han sido, y aun lo son, figuras trazadas dentro del principio filosófico griego basado en el "eterno contraste de los pares opuestos" ; masónica dualidad griega de las que hablaban Pitágoras, Parmenides y mas antes los chinos con el ying-yang de Tao Te King .
Si algo no existe no puede existir su opuesto , dirían ahora los griegos al negar el Papa la existencia del "infierno". Sin embargo - con otra óptica- tanto el uno como el otro estarían aquí mismo , no en otra dimensión ni en otro planeta, y se manifiestan permanentemente dentro de ti y para ti como efecto de lo que eres.
Si bien es cierto que la " ley universal de la impermanencia" establece que todo cambia, que todo surge y desaparece; nuestra mente, nuestra energía - en concordancia con la Ley de Conservación de la Energía de Lavoisier y Einstein - no desaparece , literalmente: se transforma. Nosotros somos materia y energía , y después de la muerte material , de acuerdo a su pureza y contextura, esta energía podría inmiscuirse en ámbitos diversos, sin desaparecer.
Solo un ignorante negaría la existencia de Dios. Pero tan solo otro igual condicionaría su vida para después de muerto gozar del cielo o retorcerse en el infierno. El infierno no existe. Cielo e infierno están aquí y nosotros pagamos o gozamos por lo que hacemos aquí y ahora .
Nuestros actos de amor, paz , desapego ,ecuanimidad y bondades construyen nuestro cielo, mientras que nuestras aversiones, odios, rencores, apegos y maldades cimientan nuestro infierno.
Nuestro fin es difundir felicidad. Que todos los seres humanos sean felices !
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